ADAPTACIONES INSTRUCCIONALES EN EL AULA
OBJETIVOS
ESPECÍFICOS
· Informar/indicar
las diferentes posibilidades que ofrece una buena Gestión de Aula.
· Dar pautas de
cómo llevar a cabo la PA en relación al alumnado TDA-H.
CONTENIDOS
· Gestión de Aula:
distribución de espacios, organización docente, cómo desarrollar las
explicaciones, actividades, exámenes. Qué y cómo presentar los materiales.
· Conducta a mantener.
Manejo del comportamiento. Pautas para motivar. Feedback y apoyo.
· Directrices generales
para los profesores de estudiantes con TDA-H
INTERVENCIONES
EDUCATIVAS EN EL MARCO ESCOLAR: GESTIÓN DE AULA (en atención al alumnado
con TDA-H)
Si atendemos
a todo lo comentado hasta ahora, llegaremos a la conclusión de que educar al
alumnado con TDA-H no es una tarea fácil. Según Barkley, el papel del profesor
es la piedra angular, sin él, ni el programa, ni el centro, ni el número de
alumnos, podrán modificar gran cosa. Tanto su actitud, como su atención y guía
serán el factor determinante en el éxito o fracaso de estos alumnos.
Los tutores
y profesores que prestan atención directa, son los factores decisivos del éxito
o fracaso escolar de los alumnos con TDA-H. En su mano está el clima, la
organización y el funcionamiento de la clase, ellos articulan los valores sociales
(evidentes o soterrados) y promueven las inquietudes y desánimos. Los elementos
que el profesorado de aula o área debe programar para responder a las
condiciones personales y escolares de este alumnado son, entre otras, las
siguientes:
Disposición física y social del aula (en función de
las exigencias y de la actividad)
·
Distribuir
a los alumnos en pupitres individuales o agrupados utilizando una disposición
por filas, ya que promueve la discusión y permite trabajar mejor de forma independiente
a los alumnos. Reducir al mínimo (proyectos que necesariamente hayan de
realizarse conjuntamente por varios alumnos) la colocación de las mesas por
grupos de estudiantes porque maximiza las distracciones interpersonales.
· Independientemente
del tipo de disposición seleccionado, es importante que el profesor pueda
moverse con facilidad por la clase y que pueda tener acceso a todos los
estudiantes.
·
Los
estudiantes con más facilidad para distraerse deberán situarse cerca del profesor.
Evitar asimismo que estén situados cerca de las ventanas o de la puerta del
aula a fin de eliminar en lo posible las distracciones visuales o auditivas.
·
Cuidar
de que en los pupitres solamente aparezcan los materiales indispensables para
llevar a cabo el trabajo asignado en cada momento. Evitar que estén a la vista
objetos interesantes que inviten a manipularlos en lugar de centrarse en su
trabajo.
· Colocar
al lado del estudiante con déficit de atención compañeros que sean modelos
apropiados.
· Establecer una regulación de los recorridos habituales (buscar la
mejor ubicación de los murales, la papelera, etc.).
·
Regular mediante normas el uso del material común y personal.
·
Establecer responsabilidades de forma rotativa.
·
Concretar los procedimientos de ayuda mutua entre compañeros.
Presentación de las explicaciones
· Simplificar,
en la medida de lo posible, las instrucciones sobre las tareas. Después de
explicarlas a la clase en general, es conveniente pedir que el estudiante con
un trastorno de atención las repita, incluso aunque ya haya comenzado la tarea.
· Proporcionar
al estudiante, antes de la explicación de un tema, un listado de conceptos
«clave» o de los aspectos más importantes que el profesor va a exponer. Esta
forma de proceder permitirá al alumno saber en qué tiene que focalizar su atención,
extraer la información principal adecuadamente y seleccionar con facilidad
cuales son las cuestiones más importantes.
· Promover
la participación activa del alumno con un trastorno de atención durante la
presentación de los temas o lecciones:
· Plantear
al alumno preguntas frecuentes durante las explicaciones de los temas y ofrecer
retroalimentación inmediata de sus respuestas.
· Mantener
un contacto ocular, tan frecuente como resulte apropiado, durante las
explicaciones de los temas.
· Utilizar
claves y señales no verbales para redirigir la atención del estudiante mientras
se continúa con la explicación a la clase en general.
·
Proporcionar
al alumno un sistema de tutoría de un compañero que le ayude a revisar los
conceptos fundamentales de la lección. Permitir que los estudiantes con déficit
de atención expliquen los conceptos aprendidos en la explicación a otro
compañero más lento que él en el aprendizaje.
· Prever las ayudas personales a las que recurrir en caso de
que sea necesario: co-tutorización del alumno por compañeros competentes antes
comentada, profesorado de guardia, profesores de apoyo… Aplicar los criterios y
mecanismos programados a la hora de recurrir a ellos.
Realización de actividades
·
Simplificar la instrucción, para lo cual pueden resultar útiles las
indicaciones.
·
Evitar
hacer comentarios sobre conductas indicativas de falta de atención a las
tareas, tales como «estás en las nubes», «no estás atendiendo a tu trabajo»,
«ya está bien» o dar órdenes del tipo «no te distraigas con el lápiz» o
«atiende». En lugar de ello es preferible suministrar al alumno claves verbales
discriminativas que le instiguen a reflexionar sobre su forma de comportarse:
«recuerda qué es lo que tenías que hacer» o « ¿estás terminando ya tu trabajo?
».
·
Acciones en la programación de aula o en las áreas en general: Diseño
y puesta en práctica de un clima de aula estructurado, claro y seguro.
· Pasearse
por la clase para comprobar qué hace el estudiante y suministrarle
retroalimentación sobre su trabajo sin molestarle.
·
Si
el alumno es lento para realizar las tareas, para que pueda progresar es preferible
bajar el listón de productividad: es mejor que termine cuatro ejercicios bien
hechos a que haga ocho mal.
· Procurar
que las actividades no sean largas. Si el alumno puede demostrar un dominio
adecuado de los conceptos en 10 ó 15 cuestiones/problemas no exigirle que haga
25 ó 30.
· Elegir
preferentemente cuadernos de actividades que tengan un formato sencillo. No
deberán tener dibujos que no estén esencialmente relacionados con las tareas a
realizar. Además, solamente deberán incluir una o dos actividades por página,
dejando espacios en blanco entre ellas.
· Dialogar con el estudiante sobre sus trabajos para asegurarse de que
comprende perfectamente la forma de realizarlos y presentarlos (cuando un
trabajo se considera que está completo, cuando se valora como bien ejecutado,
planteando preguntas relativas a estos aspectos sobre el trabajo que ha
presentado). Enseñar y motivar al estudiante para que aplique las
autoinstrucciones a las actividades que resulten adecuadas para ello. Tratar
de que, mediante el lenguaje auto-dirigido: 1) se pare y considere qué es lo
que tiene que hacer («¿cuál es mi problema?»); 2) genere posibles directrices
de actuación («¿cuál es mi plan?»), 3); autoobserve su ejecución («¿estoy
siguiendo mi plan?»), y 4) se autorrefuerce «bien, me he esforzado mucho y he
conseguido hacerlo bien»), o que, en su caso, desarrolle autoinstrucciones de
afrontamiento del error («me he equivocado. La próxima vez tengo que ir más
despacio y pensar mejor en lo que hago»).
Adaptación de contenidos y actividades
· Adaptar las tareas académicas a las capacidades cognitivas y
ejecutivas (de atención, trabajo y control) del alumno.
·
Dividir cada actividad en una secuencia de tareas más cortas.
·
Aumentar la novedad, la estimulación o el atractivo de las
propuestas de actividad y de las explicaciones (estrategias didácticas de
motivación)
· Establecer rutinas de actividad con límite de tiempo (recurrir a
señalizadores visuales o auditivos).
·
Preparar propuestas de actividad para enseñar a pensar,
organizarse, planificar, demorar la respuesta…
· Programar a lo largo de la jornada descansos funcionales y cambios
de formato de la actividad o de la respuesta (anticiparse a las necesidades de
movimiento del alumno, intercalar actividades motrices con las cognitivas,
prever y permitir respuestas gráficas, orales o mecánicas/motrices…)
·
Programar la jornada colocando en las primeras horas las áreas más
exigentes; y en cada sesión en primer lugar los contenidos más relevantes.
Organización
·
Demostrar
que se valora el orden asignando cinco minutos cada día para que los alumnos
organicen sus pupitres, cuadernos, estanterías, etc.
·
Reforzar
la organización implantando el procedimiento de «pupitre limpio», que consiste
en alabar cada día para los pupitres más ordenados.
·
Utilizar
la «agenda de deberes» que el alumno deberá llevar a casa para que los padres
la firmen diariamente. También pueden usarse cintas de casette para grabar qué
actividades tiene que traer el estudiante realizadas al día siguiente. De esta
forma el alumno empieza a enfrentarse a su problema y es de su responsabilidad
asegurarse de grabar la información. Esta estrategia también es recomendable
que se utilice en casa. Los padres, si no están en casa, pueden dejar grabadas
las instrucciones u órdenes para que su hijo las escuche cuando llegue.
· Proporcionar
una estructura externa que facilite el cumplimiento de las diferentes
actividades de cada día en clase. Se trata de establecer, en la medida de lo
posible, un horario sistemático para que el estudiante pueda recordarlo en todo
momento colocar un cartel indicador en la pared más visible del aula.
·
Dedicar tiempo y esfuerzo a ejercer la función evaluadora.
·
Explicar
con antelación los cambios inesperados que vayan a producirse en la rutina
diaria de la clase para evitar que se produzcan reacciones agresivas o
disruptivas por la excitabilidad que caracteriza a los estudiantes con déficit
de atención.
· Utilizar
claves visuales y/o auditivas como señales para indicar que la tarea que se
está realizando va a terminar y se va a comenzar una nueva actividad. Manejar
de forma rápida y organizada los cambios que se producen normalmente de una
actividad a otra (por ejemplo, la transición de un período de matemáticas al
recreo). Implementar un sistema de contrato de contingencia que contemple
parámetros de cantidad y calidad para la realización del trabajo escolar y de
los deberes para casa, tomando como punto de referencia el nivel de ejecución
del alumno en esos momentos. Puesto que el estudiante con deficiencias de
atención necesita refuerzos inmediatos es conveniente que después de cada
tarea terminada con éxito o cuando entregue los deberes de cada día se le
valore. Podrá recibir ciertos privilegios o premios del menú de recompensas
estipulado o, en caso de que así lo decida, guardarlos en el «banco» para
hacer el canjeo cuando lo considere conveniente. El menú de recompensas deberá
ser amplio y cambiarse con cierta frecuencia a fin de evitar la saciación.
·
En general, mantenimiento de un feedback frecuente con
consecuencias muy contingentes y perfectamente organizadas, sistematizadas y
planificadas.
Comportamiento
· En general, planear los sistemas y procedimientos a utilizar para
el control del comportamiento disruptivo (técnicas de modificación de
conducta, técnicas cognitivas, aplicación del reglamento interno, etc.).
·
Es
muy importante que el profesor sea positivo y explique con claridad al alumno
lo que desea que haga, no lo que no quiere que haga. Asimismo, las alabanzas
deberán ser específicas, eludiendo la utilización de frases hechas con carácter
general. Por ejemplo, es mucho más adecuado decir: «Juan, estoy muy contento
porque has estado concentrado en tu mesa trabajando en los problemas de
matemáticas», que: «eres un buen chico».
· Recordar
de forma breve, pero con cierta frecuencia, las normas sociales que regulan el
comportamiento en clase (por ejemplo, no masticar chicle, pedir permiso para
hablar, hablar en voz baja, no insultar a los compañeros…). También se puede
pedir al alumno que explique las reglas correctas de situaciones concretas. Por
ejemplo, antes de salir al recreo el profesor puede exigirle que repase las
reglas de un determinado juego de los compañeros.
·
Implementar
un sistema de refuerzos para premiar comportamientos adecuados que deben ser
acordados entre el profesor y el estudiante. Para conductas socialmente
negativas además deberán aplicarse técnicas como la privación de privilegios o
coste de respuesta (puede consistir en una pérdida de puntos ganados) o el
aislamiento.
· Actuar
como modelo y moderador en la utilización de un método sistemático de solución
de problemas para tratar abiertamente en clase los conflictos y dificultades
que surjan.
· Potenciar
la participación y responsabilidad. Debido a sus dificultades temperamentales,
a los alumnos inatentos les cuesta mantener el autocontrol y hacer frente a
sus responsabilidades. Por ello, resulta fundamental proporcionarles experiencias
en el aula que les permitan desarrollar sus sentimientos de responsabilidad. Es
conveniente que el profesor les encargue tareas de ayuda, como borrar la pizarra,
recoger los cuadernos de trabajo… Se puede empezar por tareas muy sencillas
para progresivamente irles dando responsabilidades mayores.
· Mantener
un estilo positivo de interacción. Es muy importante que las interacciones
profesor-alumno con un déficit de atención terminen satisfactoriamente. Cuando
sea necesario proceder a la aplicación de un castigo será conveniente darle una
oportunidad para que pueda intentarlo otra vez, procurar que tenga éxito y
alabarle por ello. El profesor puede así evitar que desarrolle una idea del
mundo corno un lugar en el que él no puede alcanzar el éxito y en el que continuamente
está recibiendo críticas de las demás personas. Resultará también beneficioso,
evitar que el estudiante no viva la clase con tensiones y ofrecerle apoyo y
afecto. Procurar no avergonzarlo, poniéndolo en evidencia delante de los
compañeros a causa de sus problemas.
Nota: la mayor parte de estas indicaciones han sido extraídas de un documento útil y maravillo de la página de conductuales de Creena (Navarra), realizado por Óscar Ollo.
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